Parece que con la llegada del día de Asturias y el comienzo de la actividad escolar vamos dando por finalizado el verano que hemos tenido y ya hay diversas fuentes haciendo revisión de fallos y aciertos, sobre el estado de la ciudad, las
fiestas o la ocupación en hostelería o en las playas. Para EQUO Comarca de Avilés, la situación tiene datos que dejan
una situación agridulce.
No resulta del todo sorprendente que los turistas nos den un sobresaliente por el casco histórico; es una cuestión que debe ser de felicitación, pero también para acabar de una vez de vislumbrar que el futuro de Avilés no debe venir de fuera, sino partiendo de lo que somos y tenemos. Debería servir de acicate para profundizar mucho más en la mejora de nuestras calles, edificios y monumentos más emblemáticos, nuestra historia. Es nuestra esencia, un activo que no se debería perder y que deberíamos mejorar avanzando hacia una ciudad más amigable.
Desgraciadamente tampoco resultan del todo sorprendentes las críticas por las entradas a la ciudad y el aspecto exterior. Está claro que no se va a quitar la industria que tenemos ennuestro entorno, al menos a corto plazo, y no es nuestra intención, pues sabemos que es parte del motor económico de la comarca. Pero en este caso, el turismo, ha dictado sentencia y hace evidente que las promesas de mejora de la última década se han quedado en casi nada.
Cuando hablamos de una ciudad más amigable y atractiva debemos evaluar nuestras deficiencias y mejorarlas. En el
mes de Abril desde este grupo comarcal de EQUO presentamos una idea que se viene aplicando en muchas ciudades de España y resto de Europa; hoy volvemos a lanzar el guante, volvemos a proponer la idea de un jardín vertical para la fachada de la plaza de los oficios.
Además hace mucho también que pedimos un plan de acción para eliminar los plumeros, carril bici desde Villalegre,
conectividad y bicicletas en el aparcamiento disuasorio del Puente Azud, planes de limpieza de fachadas… Todo ello, y
alguna cosilla más daría un aspecto bien diferente a la parte más moderna de nuestra ciudad, para hacer más apetecible aún entrar en ella.